Confía en el Dios que Se Preocupa por Ti
Sufrir de ansiedad y ataques de pánico puede hacernos sentir incapacitados. Los sentimientos de temor y pánico son sumamente reales y fuertes, y parecen imposibles de resolver. La ansiedad y el pánico parecen surgir de la nada. Ni siquiera sabes qué estás pensando, y de repente, entras en pánico.
El problema empieza poco a poco, pero si no se trata, la ansiedad y el pánico pueden afectar toda tu vida. Quizá incluso sientas que tienes miedo de tener miedo. Tal vez empieces a preocuparte que puedas tener algún problema médico extraño que provoca tantos síntomas físicos raros.
Antes de abordar el problema de tu ansiedad, es importante entender qué son los ataques de pánico y cómo afectan al cuerpo humano promedio. La ansiedad se define como “un estado de intensa agitación, incertidumbre y temor que resultan de la expectativa de un evento o situación amenazadores, a menudo al punto de desestabilizar el funcionamiento físico y psicológico”.
Parece un trabalenguas, pero en esencia, significa que tienes tanto temor o aprensión de que algo malo suceda que te afecta físicamente. A veces, la ansiedad puede estar ligada a un pensamiento o situación en particular; otras, quizá no haya una conexión evidente con nada de lo que ocurre en tu vida.
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